Todo comenzó aquel día, en el que recibí aquel mensaje; yo no sabía de quien era por lo que le conteste; y al parecer ella tampoco sabía quién era yo, y aún no me explico cómo obtuvo mi número era algo misterioso, e incluso le pregunte pero no me quiso responder sobre el tema.
Seguí hablando con ella por mensajes… hasta que por fin logre contactar con ella bien, desde ahí comencé a hablarle diario… con los temas básicos de una conversación...
-Hola, ¿Cómo estás?
-Bien ¿Y tú?
-Bien gracias, y ¿Qué haces?
- Nada ¿Y tú…?
-Nada…
Esa era nuestra conversación de todo los días invariablemente, algunas veces variábamos el tema o incluíamos temas de conversación, pero siempre todo daba vueltas sobre lo mismo… la misma conversación sencilla.
Con el tiempo le fui agarrando cariño, a aquella chica misteriosa, que por varias cuestiones aún no la conocía, pero yo tenía la esperanza de poderla conocer algún día.
Todos los días soñaba con eso, con conocerla… yo no pedía mucho; solo eso.
En fin al poco tiempo me di cuenta de que lo que sentía por ella iba más allá de la amistad, era ya algo más profundo, no podía soportar no hablarle, los días se me hacían eternos en la espera de verle… pero todo fracasaba.
Cuantos sueños y suspiros hacia ella, definitivamente me di cuenta de que estaba más que enamorado, era algo inexplicable.
Siempre trataba de hablar con ella un poco más de lo normal para poderla conocer un poco más, saber sobre ella y sus sentimientos, no solo lo que sentía por mi si no como era ella, solo que era muy reservada y muy pocas veces logre que me pudiera decir algo… aunque no muy claro pero algo es algo.
Intente de todo… indirectas, directas; preguntas, etc. Pero nunca logré nada… era más estresante de lo que parece… morir por una persona pero no poder saber sus sentimientos es como “subir abajo” algo imposible… una paradoja.
Estaba tan seguro de mis sentimientos que no dudé en declarármele, pero nunca tuve la valentía para hacerlo… le escribí poemas, que por cierto nunca se los enseñe, le compuse canciones y estoy seguro que nunca las escucho.
Yo sabía que era la chica ideal para mí, compartíamos muchos gustos, en sí para mí todo era perfecto; o al menos eso pensaba yo, porque ella ni en cuenta de lo que yo sentía por ella.
Yo vivía por ella, e igual me moría por ella, aunque suene muy paradójico, pero es la verdad.
El juego de nunca terminar, estaba eternamente flechado, mi sueño era estar junto a ella ya no podía pensar en otra cosa que no fuera ella…
Aunque suene muy exagerado me obsesione con ella, ya no podía sacármela de la mente… Todo me recordaba a ella, pero ya no lo soportaba ya era demasiado.
Deje hablarle por un tiempo, creí que distanciarme un poco me ayudaría a despejar mi mente, pero me equivoque. No dure ni dos días sin poderle hablar, fue algo muy triste pero ya no lo soportaba, yo ya tenía todo preparado para declárame… para que por fin fuera mía y la pudiera amar como a ningún otra chica pero…
Sabía que algo estaba mal, lo presentía, ella ya no era la misma chica que yo conocí con ese mensaje que me llegó por equivocación… y si ella ya no era la misma… ella ya tenía a otro…
En ese momento mi mundo se derrumbo, como si 237 balas me atravesaran al mismo tiempo, mientras cuchillos cortaban mis venas al ritmo del reloj… Llore tanto que al poco tiempo perdí conciencia… llene una cubeta completa… sin bromear. Fue lo peor que me pudo pasar en la vida;
Todo por no poderle decir meses antes cuando la amaba por miedo de perder la amistad… yo sabía que en el fondo ella me quería pero nunca supe si solo como amigo… después de aquel acontecimiento tan cruel no quise saber nada de ella, digo quien querría saber de la persona que te rompió el corazón después de tanto tiempo.
Si, se que ella no es la culpable del todo pero no sé por qué nunca entendió mis indirectas… tanto tiempo que le dedique… para que terminara así.
Mucho tiempo después como 3 años, volví a saber de ella… por una amiga, la cual le platico que ella escucho y leyó todo lo que le escribí y que siempre me amó, pero que nunca quiso decírmelo, por lo mismo que yo nunca quise decirle… en ese momento sonreí y unas lágrimas brotaron. Fue uno de los días más extraños y bonitos de mi vida, no tanto por el hecho de volver a saber de ella, porque aun mantenía algo de contacto con ella, si no porque sé que todo ese tiempo “perdido” no fue en vano… a los pocos días volví a hablar con ella, y por fin tuve el valor y el tiempo para decirle todo lo que sentía por ella, fue el momento más hermoso de mi vida…
Ahora estoy junto a ella, feliz y dándole tanto amor como puedo, en fin ; Toda mi vida me dedique a ella… y ahora más que nunca la amo.